Confinamiento pt. 1

Abril en cuarentena.

Hola, mi nombre es Itai. Vivo en Cancún, Q. Roo. Actualmente estoy haciendo la cuarentena en casa. No tengo problema con quedarme en casa, pero realmente me gusta mucho tener la opción de poder salir y caminar porque padezco de pensamientos obsesivos que, obviamente, no puedo controlar. 

Además de la cuarentena, está la vida que llevaba su curso justo antes del llamado a quedarse en casa por el COVID19. Los problemas que ya por si solos eran pesados y parecían ser suficiente.

Por ahora, estoy en casa, lidiando con mis pensamientos. Luchando por salir avante de mis duelos, así como de la soledad. No física como tal, porque hay más personas en casa, si no de la peor, la mental. 

Inicié el encierro con el corazoncito roto y eso me tiene peor ... me topé con mi "blogspot" y me pareció buena idea, buena catarsis. Total, no espero que nadie lo lea, pero nadie, cero. Me servirá quizás para depositar esta libido flotante. Misma que no puedo depositar en mi ex pareja, ¿quizás?

Me siento mal, triste, sola, como que me arrebataron muchas cosas al mismo tiempo: dinero, amor, compañía, la voz, planes, ilusiones, fé, confianza en otros, en mi misma, compañía, paz. ¡Tanto!

Y sé que algunas cosas están ahí, pero solo para verlas de lejos, que otras no volverán a la normalidad después de todo esto que está pasando. No dejo de ver las noticias ni el twitter porque es la única conexión que tengo con el exterior, la única que tengo en lo absoluto, porque ya no hablo con "él", mi "todo" en los últimos 4 años. Ojalá que algún día Yo lea esto y diga "¡Wow! ¡Qué tiempos!" Ojalá.

También cumplí años, el domingo 5 de abril. Sola. No había nadie en la casa. Una más a mi montón.Y tampoco me habló para felicitarme. LO PEOR DE TODO para mi sentir.

Dejo esta foto de la luna que yo tomé con una cámara Canon Rebel T6 con un lente de 300mm. Para el recuerdo.

Fertility Issues

Mi nombre es Itai. Trabajo como psicóloga en un centro de fertilidad desde hace ya casi un año y, a lo largo de este tiempo he tenido la oportunidad de aprender más y más acerca de los temas relacionados con los problemas de fertilidad tanto en el hombre como en la mujer. Si bien, no es muy conocido el trabajo psicológico que se realiza en este campo aún, cada vez hay más menciones por expertos en el tema en el país.

Vivo en Cancún, Quintana Roo, México. Tengo veinticuatro años y, en abril próximo cumpliré veinticinco. Estudié Psicología en Universidad La Salle Cancún, soy egresada de la generación 07-11. Mientras aún estudiaba mi último semestre de licenciatura. llegó a mi la noticia de que en Cancún se galardonaria con la presencia del Instituto Mexicano de Tanatología. Mi sueño hasta ese momento (y en la actualidad). Gracias a que en aquel entonces comenté la noticia con una persona muy querida, pude decidirme a tomar el riesgo de pedir a mi madre que me apoyase no con una, si no con dos colegiaturas al mismo tiempo. Me tomó cerca de un mes persuadirla y explicarle cuán importante era para mí tomar esa oportunidad. En mi plan de vida (diseñado con muchos años de anticipación), estaba escrito ya estudiar Tanatología en la ciudad de México, D.F.

Cursé mi carrera y mi especialidad al mismo tiempo por seis meses. Continué con la especialidad y hoy en día, mi siguiente objetivo es la Psicología de la Reproducción.

Cuando entré a trabajar a este centro, no tenía idea alguna de hacia donde iba, ni si quiera a qué venía. Dicen que las mejores cosas en la vida ocurren cuando uno menos se las espera. Yo recuerdo que vine a una entrevista de trabajo por el puesto de recepción. Me encontraba en casa llenando más solicitudes de trabajo, llevaba dos meses sin suerte. Finalmente me decidí a tomar al toro por los cuernos y, tomè la iniciativa de visitar la famosa plaza comercial de Cancún y entregar mi solicitud en una tienda departamental juvenil. Antes de poder si quiera resignarme (no aceptar) a la idea de trabajar en un ambiente ajeno a mi afición, recibí una llamada telefónica que me pedía de favor acudir a las instalaciones del centro puesto que mi curriculum había llegado a manos del director. Siendo honesta, sigo sin explicarme cómo. En ese momento cambió mi vida. Para siempre.

Comencé trabajando como recepcionista/traductora/solucionadora-de-problemas-de-pacientes/"todóloga"... Con el paso del tiempo crecí moral y anímicamente, entre los consultorios y pasillos del lugar en donde estoy. Fue así como surgió mi "inquietud" por acompañar y escuchar a las personas (parejas y/o individuos) que recurren a las Técnicas de Reproducción Asistida.

A todas aquellas personas y/o parejas que atraviesan un problema de fertilidad por cualquiera que éste sea, les dedico este espacio. Un espacio informativo, expresivo, de contención. En el, lloverán ideas de cómo hablar sobre ciertos temas con sus médicos, amigos, familiares, compañeros, vecinos, etc., con quién deseen y por sobre todo, CUÁNDO lo deseen.

Hasta entonces ... Nos estaremos leyendo ...

Y, ¿Tú? ¿Cómo te llamas?

Itai

Itai es un nombre bíblico de origen hebreo. Itai fue uno de los generales del ejército del Rey David. No era judío, sino más bien un filisteo originario de la ciudad de Gath, cerca de Ascalón. Cuando David escapa de la traición de Absalón, le pide a Itai que no comparta su amargo destino, pero Itai decide no abandonarlo solo a su suerte. El nombre también puede ser escrito: Ittai, Etay, Italia, Ytai, Etai, Itaj, Itaí o Eatai. Libremente se traduce como "amigable", "amigo" o "amistad".

Las mañanitas

Todas las mañanas (aquellas libres), me levanto y me pongo la ropa deportiva y salgo a caminar. La caminata se ha convertido en algo indispensable. Me ayuda a encontrarme conmigo misma en medio de toda esta urbe que crece desmesuradamente a partir de proyectos de construcción masivos.

Poco a poco he retomado el placer de la caminata en conjunto con el ejercicio. No recordaba lo bonito que se siente saber, que el dolor de cuerpo que se experimenta, tiene que ver con el trabajo beneficioso que se ha realizado sobre y con el.

Gracias a esas caminatas, muchos momentos de tensión se han tornado en menos angustiosos. La visión de las cosas cambia y, resulta ser una muy buena catarsis.

El único inconveniente que le veo a mi caminata es, que poco a poco, he perdido mi color paliducho que me había caracterizado.

Moraleja: Mientras haya vida, hay solución para todo. Para combatir ese cambio de color de piel, existe la sombra. Solo un poco, no hay que abuzar. Si no, me perdería de las cosas buenas de la vida.

Gettin' Back on My feet..

LO QUE IMPORTA:
El nombre: Abélica McCuff.
La edad: 20. Son nuevos.
Procedencia: Cancún.

Lo que hago: Estudiar psicología.
A lo que voy:Tanatología.
Lo que no: Casarme por ahora.
Lo que sí: Seguir viviendo por ahora.

La foto: Yo la tomé. Aquí en Cancún.